El interés en el almacenamiento de energía está creciendo rápidamente. Ya no se trata solo de vivir fuera de la red. El almacenamiento ayuda a resolver los problemas de variabilidad con las energías renovables. Agregar una batería solar a un proyecto residencial conectado a la red también permite que la matriz siga proporcionando energía a cargas críticas cuando la red no funciona, en lugar de tener que desconectarse y abstenerse de generar energía. El almacenamiento también puede ayudar a los consumidores comerciales a reducir los cargos por demanda máxima, reduciendo significativamente sus facturas de energía. El almacenamiento incluso se utiliza a nivel de servicios públicos para ayudar a proporcionar servicios auxiliares a la red. La necesidad de almacenamiento crece a medida que los estados aprueban el autoconsumo y otras leyes que promueven el uso de baterías. .
Las baterías en aplicaciones solares tienen que cumplir con las demandas de energía de red inestable, ciclos intensos (carga y descarga) y recargas completas irregulares. Existe una variedad de tipos de baterías adaptadas a estos requisitos únicos. Las consideraciones para elegir una batería incluyen el costo, el ciclo de vida y la instalación y mantenimiento.
Aquí hay un vistazo a estos aspectos de cada tecnología, así como algunas mejores prácticas al seleccionar baterías para una instalación solar.
Tecnologías de baterías solares
Plomo-ácido
Las baterías de plomo-ácido de ciclo profundo se han empleado en energía renovable y se han utilizado de manera confiable en aplicaciones fuera de la red en todo el mundo durante décadas.
Costo: Las baterías típicas de plomo-ácido de ciclo profundo cuestan significativamente menos que las de iones de litio.
Ciclismo: Las baterías de plomo-ácido reguladas por válvula (VRLA) incluyen modelos de malla de fibra de vidrio absorbida (AGM) y de gel. Muchas baterías AGM disponibles en el mercado están diseñadas principalmente para aplicaciones de doble propósito o de reserva, como respaldo de emergencia, pero no para ciclos profundos. Sin embargo, los nuevos diseños AGM de ciclo profundo han aumentado el rendimiento y la producción total de energía, lo que los convierte en una buena opción para aplicaciones de energía renovable a un precio más bajo que las baterías de gel.
De hecho, las baterías VRLA con nanocarbono agregado son más resistentes a la sulfatación, lo que puede hacer que las baterías se agoten con el tiempo. El carbón retarda la sulfatación y permite que la batería se cargue más rápido y cicle más que el ácido de plomo tradicional. Esto lo convierte en una buena opción para aplicaciones en las que la batería se encuentra en un estado de carga parcial, como el arbitraje de energía o fuera de la red.
Reemplazo/mantenimiento: Muchos factores, incluido el diseño inicial y el mantenimiento continuo, influyen en la vida útil de la batería, por lo que es difícil establecer un marco de tiempo sobre cuándo será necesario reemplazar las baterías. Las baterías de plomo-ácido inundadas deben rellenarse regularmente porque el electrolito que sumerge completamente las placas de la batería se evapora durante la carga. El recinto de la batería necesita ventilación para evitar que el gas de hidrógeno se acumule a niveles peligrosos.
Sin embargo, las tecnologías AGM y de gel son recombinantes, lo que significa que convierten internamente el hidrógeno y el oxígeno en agua y no requieren mantenimiento. Como no hay ácido libre dentro de estas baterías, se pueden instalar en cualquier posición que no sea al revés. Debido a que las aplicaciones solares pueden estar en áreas remotas o de difícil acceso, la capacidad de instalar las baterías y dejarlas operar durante largos períodos sin mantenimiento es un beneficio.
Desecho: La eliminación adecuada de las baterías de plomo-ácido es importante porque son tóxicas. Afortunadamente, la industria automotriz se organizó para reciclar el plomo desde el principio. Los recipientes de plástico y las cubiertas de las baterías viejas también se pueden neutralizar, rectificar y usar en cajas de baterías nuevas. En algunos casos, el electrolito se limpia, reprocesa y vende como electrolito apto para baterías. En otros casos, el contenido de sulfato se elimina como sulfato de amonio y se usa en fertilizantes. Los separadores se utilizan a menudo como fuente de combustible para el proceso de reciclaje. Las baterías viejas se pueden devolver al vendedor de baterías, a la estación de servicio automotriz, al fabricante de baterías oa otros centros de recolección autorizados para su reciclaje.